El buen diseño de rótulos es lo que contribuye a que un negocio destaque de su competencia y genere una buena imagen de la empresa en sus clientes potenciales. No importa el tamaño del rótulo, que esté iluminado o no, que sobresalga o no de la fachada o que esté serigrafiado directamente en una pared: si el diseño es el adecuado, lo demás viene rodado.
Evidentemente, si a un buen diseño de rótulos le agregamos las posibilidades que ofrecen materiales cada vez más personalizables y duraderos y nuevas técnicas de impresión y creatividad visual, el impacto positivo será todavía mayor.
La función principal de un rótulo es informar, aunque simplemente sea informar que en ese comercio o ese edificio hay esa marca. Además de eso, debemos preguntarnos: ¿Nuestro rótulo incluye todos los elementos que el público que lo vea necesita sobre nosotros? O por el contrario, ¿Es absolutamente necesario todo lo que quiero poner? Si no somos una multinacional, que no necesita mucho más que su nombre y su imagen para generar un impacto positivo, quizá debamos pensar en incluir otros elementos además de nuestro nombre, como nuestra actividad, nuestra web, nuestro teléfono, etc.
La información que queremos incluir en el diseño de nuestro rótulo también depende del tipo de rótulo y ubicación: si se trata de un rótulo de fachada de 3 metros tendrá unas posibilidades diferentes a las de uno de banderola o una lona de gran formato.
Aunque la información en el diseño de rótulos es fundamental para que cumplan su función, la estética con la que esté presentada influye mucho en que esta información se transmita de forma efectiva. De hecho, un rótulo con un diseño poco atractivo puede incluso llegar a comunicar una información contraria a la que queremos transmitir.
Hay, además, algunos tipos de rótulos casi meramente estéticos, que buscan permanecer en la memoria de quienes los ven, y fidelizarlos. Eso es lo que puede perseguir un rótulo en el hall de una empresa, que sólo ven quienes ya han visto el rótulo exterior y conocen la empresa, por ejemplo.
Independientemente de si un rótulo capta la atención del transeúnte con su belleza y el interés de su mensaje, es fundamental que su información se comunique de forma inequívoca, y esto no lleva a un factor que a pesar de su importancia a veces se obvia: la legibilidad.
Hay diseños que funcionan bien en una pantalla pequeña y cuando aumentan dispersan la atención, y al revés, hay diseñadores que conciben una composición en una elevadísima calidad que se ve genial en una pantalla de ordenador en alta definición y cuando lo plasman en un letrero se ve demasiado abarrotado.
Ya tenemos un rótulo con una información adecuada, presentada estéticamente y con una buena legibilidad. A partir de ahí, ¿puede haber algún otro problema? La respuesta es “sí”. Hay diseños que directamente no conectan lo suficiente con la imagen de una empresa, es decir, lo que conoceríamos coloquialmente como que “no pega”. Por ejemplo, un diseño con un tipo de fuente de letra de estilo antiguo en un rótulo de madera puede funcionar con una cafetería vintage, pero no con un taller mecánico, probablemente.
En definitiva, la conexión de la marca se puede llevar a cabo a través de los colores, los materiales, la fuente y la integración.
Finalmente, un diseño de rótulo perfecto debería ir un paso más allá de todo lo mencionado y ofrecer una experiencia general, desde el momento en el que lo vemos. Esto es un resultado de todo lo mencionado, y de toques de valor añadido concretos, como algunos que enumeraremos en el apartado a continuación.
Además de los tipos de rótulos que hemos detallado en posts anteriores, hay opciones de diseño de rótulos que buscan marcar la diferencia con un formato original. Mencionamos algunos ejemplos.
La rotulación de comercios por medio de toldos es una opción muy en boga, especialmente en fachadas que no ofrecen muchas posibilidades alternativas, y tienen la ventaja de que ofrecen sombra a escaparates, protegiéndolos así del sol. La desventaja es que necesitan un mantenimiento mayor, ya que la luz solar los desgasta con el tiempo. Lo usan tanto cafeterías como comercios, como hace, por ejemplo, Hugo Boss en algunos de sus establecimientos.
Encargar un cristal a medida para cubrir todo el hueco de la fachada y situar un rótulo en medio ofrece una bonita combinación de visibilidad de marca y del interior del comercio. Es más costoso que otras opciones, porque requiere una inversión en el cristal a medida y en el anclaje especial del rótulo, y además nos exigirá una atención impecable a la estética del interior, ya que se verá completamente desde fuera, y de la limpieza de los cristales, pero el resultado es realmente atractivo. También hay una posibilidad más económica, pero no por ello menos elegante, que es serigrafiar directamente sobre el cristal el nombre de la marca, que opcionalmente podemos iluminar con focos desde arriba.
Hay algunas opciones que pueden parecer poco originales, pero siempre son un acierto, como es el caso de Zara, Hugo Boss o Mango, que apuestan por rótulos simples, que incluso se parecen entre sí, que pueden ser o bien letras corpóreas sobre la fachada o bien cajas de luz negras con las letras en blanco.
En los negocios donde se quiera mostrar una estética tradicional o ensalzar naturalidad, en conexión con la imagen de la empresa, existe la posibilidad de utilizar carteles de madera o de metal con efecto oxidado. Esta técnica requiere tener las ideas muy claras, ya que es una práctica con un valor económico elevado, con mucha elaboración, y requiere un mantenimiento concreto.
En LedBak disponemos de un equipo de diseño de rótulos que dará forma a tu cartel comercial según tu imagen corporativa, para unificar todos los factores que conducen a su éxito. Además, fabricamos el producto con la mayor calidad y nos ocupamos de su instalación para que quede impecable.