En nuestra compañía tomamos la decisión de incorporar uno o varios coches de empresa para nuestros desplazamientos, es interesante que os planteéis la posibilidad de rotularlos.
Rotular nuestro coche de empresa no sustituye otras formas de publicidad cuyo retorno de la inversión se puede medir de forma más exacta, como la publicidad en internet. Aun así, vale la pena aprovechar el alto grado de penetración y la rentabilidad que tiene de un sistema cuyo soporte sale gratis, ya que el coche lo vamos a usar igualmente.
Cuantos más desplazamientos hagamos (y por supuesto cuantos más coches usemos), especialmente en zonas concurridas, más rentable será esta forma de publicidad. Según los estudios, las impresiones (veces que la gente ve la publicidad) pueden llegar a ser entre 30.000 y 70.000 al día.
Para hacernos una idea, rotular un coche vale alrededor de 200 euros (el diseño va aparte), dependiendo del tipo y el tamaño del rotulado, y es un gasto que sólo hay que hacer una vez a no ser que en algún momento queramos cambiarlo. En cambio, la publicidad en marquesinas, autobuses, prensa escrita u otros soportes similares, por ejemplo, supone un gasto mensual variable dependiendo del soporte y el tiempo contratado, entre otros factores.
Los precios en este tipo de soportes van desde los aproximadamente 1.500 euros al mes que vale la publicidad en cada autobús en una gran ciudad, a los 30.000 euros que cuesta una página de publicidad en La Vanguardia y los más de 100.000 euros que vale un circuito de marquesinas en Barcelona o Madrid durante una semana (el diseño y la producción van aparte).
Rotular vuestro coche de empresa es también una buena idea para crear identidad de marca. Hay estudios de márketing que indican que los coches rotulados son más vistos y recordados que otras formas de publicidad tradicional, sólo superados por los anuncios de televisión.
Con un diseño de imagen corporativa adecuado y una rotulación adecuada (mejor si es integral y vistosa), podrás hacer que todos los que vean tu coche rotulado de empresa recuerden más fácilmente tu marca que la de los demás. Por este motivo, es un tipo de publicidad especialmente rentable a largo plazo y no tanto a corto plazo, para necesidades de promoción puntuales, como campañas de ventas concretas en las que será necesario cambiar los vinilos con más periodicidad.
Uno de los factores que hace rentable este tipo de publicidad es que, una vez hecha la inversión inicial en rotular el coche de empresa, la impresión puede durar hasta cinco años. Con tintas de calidad en vinilos de calidad protegidos por un laminado la rotulación se mantiene intacta por mucho tiempo. Los instaladores profesionales te ofrecerán garantías por ello.
Además, también aporta durabilidad a nuestro vehículo, algo especialmente interesante si es de leasing o de renting o si queremos preservar su valor para una posible reventa, ya que la rotulación protege los acabados. Además, un instalador profesional puede extraer el vinilo cuando lo necesites, de manera limpia y sin dejar restos de la impresión.
Para aprovechar al máximo las ventajas de rotular tu coche de empresa, es indispensable que te pongas en manos de profesionales en el sector. Como en muchos otros ámbitos, siempre hay quien te invita a hacer todo tú mismo, y el rotulado de vehículos no es una excepción. Y como en todos los ámbitos, hay que tener en cuenta una premisa: hay que desconfiar de las gangas.
Podemos decidir imprimir nuestro vinilo y rotular nuestro coche de empresa nosotros mismos, pero no tendrá los acabados que le dan una imagen profesional y además no contará con la garantía de especialistas. Nos arriesgamos a dar una mala imagen a nuestros clientes cuando lo que queríamos era que nos recordaran por un impacto positivo y además nos puede salir más caro, porque no nos debe caber duda que nos durará menos.
De hecho, muchos de los clientes de las empresas de rotulación son personas que intentaron rotular su vehículo ellos mismos y vieron que no daba una buena imagen o se les deterioró la impresión, teniendo que gastarse al final más dinero por lo mismo. Los negocios que funcionan suelen ser los que priorizan que cada uno se ocupe de lo que es su especialidad.